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Cómo cuidar a una persona con Parkinson.

  • Publicado el

    25 de octubre de 2017

Tener Parkinson no significa que el enfermo no pueda hacer cosas.

Es importante que el enfermo de Parkinson mantenga una vida activa y no estresarle.

El Parkinson es una enfermedad crónica. Nadie muere de ella, pero puede haber un descenso importante en la calidad de vida de los afectados por esta enfermedad. Por ello conocer sus síntomas, saber cómo cuidar a una persona con Parkinson es fundamental para ayudarlos y que su autoestima no decaiga.

Sobre todo, hay que mantener una actitud positiva ante la enfermedad. Tener Parkinson no significa que el paciente no pueda hacer cosas. Más bien al contrario. Se pueden seguir realizando muchas cosas, simplemente habrá que modificar algunas para adaptarlas a la enfermedad.

Al principio el mejor cuidado que se puede dar a una persona es el apoyo emocional. Ayudarle a adaptarse a la enfermedad, con el tratamiento médico, a organizarse para acudir al terapeuta ocupacional, a fisioterapia o al logopeda o eliminar las barreras arquitectónicas que puede haber en casa son diversas alternativas. También es importante animarle a que mantenga una vida activa. Así evitaremos que el enfermo de Parkinson caiga en una depresión, uno de los trastornos psicológicos más típicos de esta enfermedad.

Conforme la enfermedad va avanzado es cuando los problemas se hacen más graves. En los enfermos de Parkinson se ralentizan los movimientos y la expresión verbal. Pasan por momentos en los que se encuentra normal y otros en los que tiene mucho temblor o lentitud, no se expresan con normalidad y el rostro no tiene expresión. Pero no nos confundamos, entiende y comprende todo lo que ocurre a su alrededor.

Por ello es importante tener paciencia y no insistir en aquello que no puede hacer. Y evitar a toda costa estresarle dando muestras de impaciencia. En esos malos momentos hay que animarle a hacer ejercicio para disminuir la rigidez y la tensión, facilitar la realización de tareas y favorecer el descanso para recuperar fuerzas.

Además es muy beneficioso llevarles a centros de día o a residencias para mayores como Residencia Selegna. Si no para quedarse a vivir allí, sí para aprovechar nuestras instalaciones como centro de rehabilitación. En Residencia Selegna contamos con un servicio médico y un servicio de enfermería. También con terapeuta ocupacional, servicio de rehabilitación en nuestro gimnasio y de fisioterapia que pueden ayudarle con los síntomas del Parkinson.

Y mientras el enfermo esté con nosotros, el cuidador puede descansar y tener un tiempo para si mismo. Algo que no hay que perder de vista, porque tan importantes son los cuidados del enfermo como los del cuidador.

A todo ello hay que sumarle una serie de consejos para mejorar la calidad de vida del enfermo de Parkinson:

  • Hay que animarle a hacer algo de ejercicio diariamente, pero antes valora sus fuerzas y capacidades.
  • Fijar objetivos fáciles y realistas.
  • No insistir en aquello que no puede hacer.
  • Implicarle en la toma de decisiones que le conciernen.
  • Distribuir las tareas y actividades del día en etapas cortas sucesivas para facilitar su realización.
  • Uno de los problemas más típicos del Parkinson es la incontinencia. Es conveniente que la estancia donde el enfermo pase más tiempo esté cerca del baño.
  • Adecuar la casa para evitar caídas.
  • Y sobre todo, estar atentos a los síntomas para valorar si hay un agravamiento y hay que avisar al médico para ajustar la medicación.

Además, no hay que olvidar que no estás solo. Los especialistas (médico, psicólogos, terapeuta ocupacional…) están para ayudarte a entender la enfermedad y buscar la mejor manera de llevarla. A ello se unen las asociaciones de enfermos de Parkinson y familiares, que son un apoyo fundamental.


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