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El momento de dar a luz

  • Publicado el

    14 de abril de 2014

residencia ancianosCuánto ha cambiado el momento de traer un niño al mundo!!

Nos remontamos a los años 50/60, una época en la que el control en el embarazo prácticamente no existía, no había ecografías, para saber el sexo del bebé se dejaban llevar por los comentarios de las que tenían más experiencia que les vaticinaban que si tenían la barriga de punta era un chico  o si tenían muchas náuseas sería una chica.  En muy pocas ocasiones se cuidaba la alimentación de las embarazadas  “hay que comer por dos“ con lo que había casos de bebés que nacían hasta con 6 kilos!!!, podres madres!! Eran unos años donde tanto la mortalidad materna como la de los bebés estaba a la orden del día.

Cuando se acercaba el momento, muchas de ellas parían en sus casas. Se habilitaba una habitación para hacer de improvisado paritorio, se rodeaban de las mujeres más queridas y allegadas, bien de la familia o vecinas  y contaban con la figura  de la comadrona , la más importante de todas, casi más que la del médico, con el que contaban sólo si la cosa se  ponía fea. No existía la anestesia epidural. El parto era totalmente natural.

Respecto a los cuidados, después del nacimiento,  permanecían en la cama casi una semana,  y se les trataba como convalecientes de una enfermedad. Uno de los relatos más curiosos es el de una residente que decía que una de las tradiciones más arraigada en  postguerra y que se ha perdido con los años, era  criar una gallina, desde el momento en que se sabía que la mujer estaba embarazada. Después del parto, lo primero que comía la nueva mamá era un caldo hecho con las patas, las alas, la cabeza y el cuello de la gallina, que eran las partes que tenían menos grasa.

Cómo ha cambiado todo, hoy en día,  con la ecografías ya al tercer mes sabemos el sexo de nuestro futuro bebé, estamos bajo control desde el primer momento y hasta elegimos el día del parto. Lo que no ha cambiado nada es el instinto maternal, en eso todos los residentes de la residencia para la tercera edad Selegna están de acuerdo. Ellas tienen claro que no cambian el sentimiento de ser madre por nada en el mundo y que haber podido tener a sus hijos compensa con creces todas las malas experiencias que han podido vivir.

Hay que sacar provecho de todas estas vivencias. En tiempos de crisis, recordar tiempos pasados que no siempre fueron mejores, ayuda a darnos cuenta de cómo ha cambiado todo!!

 


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